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Psicología Bachillerato

La Cocaína

Tratamiento

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Los siguientes pasos resultan imprescindibles o, al menos, sumamente aconsejables:

 

1- Tomar la decisión de hacerlo.

 Aunque parezca evidente lo primero que debemos efectuar para comenzar la desintoxicación a la cocaína es tomar la decisión de hacerlo. No son extrañas las “decisiones a medias” en las que la persona ya sea por presiones familiares o bien porque ha alcanzado un punto determinado de degradación ya sea físico, económico o laboral necesita unas “vacaciones” de la droga. En este caso, por cierto muy común, la recaída suele ocurrir cuando la situación vuelve a estar estabilizada: la familia se encuentra ya tranquila o con la “guardia baja” o, por el contrario, se ha recuperado económicamente. Vuelta a empezar con un nuevo tratamiento contra la cocaína y así sucesivamente.

 

2- Dejar de consumir cocaína.

 Para poder lograr la desintoxicación de la cocaína resulta fundamental no consumir la droga. Puede parecer evidente, sin embargo no son pocas las personas que desean “desintoxicarse” y, a la vez realizar un tratamiento. Es decir, aplican fórmulas del tipo: “voy a ir disminuyendo las dosis de cocaína mientras tomo la medicación”. Craso error!. Lo más probable es que al mezclar la medicación con la droga la intoxicación sea aún mayor que la inicial. Si usted no se encuentra bien lo mejor es comunicárselo a su médico que es quien tendrá la experiencia suficiente para orientarle y suministrarle el tratamiento adecuado.

 

3- Tomar el tratamiento médico en las dosis y frecuencia prescrita.

 La cocaína habrá producido con toda seguridad un desequilibrio neuroquímico importante en el cerebro. Sustancias que habitualmente modulan nuestro estado de ánimo y percepción del entorno como son la Dopamina o la Serotonina se encuentran alteradas por el consumo de cocaína. Ante tal debacle química de un cerebro que funciona como una delicada maquinaria de relojería el tratamiento contra la cocaína precisará de una desintoxicación que se acompañe de fármacos que compensen dicho desequilibrio. En ocasiones cierto tipo de antidepresivos o sustancias que limiten la ansiedad tan frecuente en estos casos.

 

4- Apoyo psicoterapéutico.

 Muchas personas han construido hábitos y formas de vida en torno a la droga: rituales (“consumo en las reuniones con mis socios”) o bien bajo determinadas demandas del entorno (“Tengo que hacer 1.000 kilómetros con el camión, me voy e tomar una raya”). En otras ocasiones con una finalidad lúdica con ocasión de acudir aun concierto de música o bien para facilitar un encuentro sexual. En cualquier caso una desintoxicación de la cocaína debe tener apoyo psicoterapéutico para identificar dichas situaciones y proponer soluciones alternativas. No son pocas las personas que no propician dicho tratamiento e incluso algunas, quizás decepcionadas por tratamientos anteriores piensan que no vale para “nada” y que los mejores psicólogos son “ellos mismos”. En primer lugar nosotros mismos no somos, obviamente, objetivos con nuestra propia problemática. Menos aún en una desintoxicación de la cocaína. En segundo lugar si fuésemos tan “buenos” psicólogos no acabaríamos metidos en tantos problemas. Hasta los mejores psicólogos o psiquiatras cuando se encuentran en dificultades acuden a otro compañero.

 

5- Cambio de estilo de vida.

 Imaginemos la escena: la persona acude a nuestro centro para realizar una desintoxicación a la cocaína y después de exponer su caso observamos con inusitada frecuencia que si bien su motivo de consulta es la de “tengo un problema que es la cocaína”, la realidad no es tan ceñida a lo que relata sino que suele existir una dinámica de vida relacionada en suma medida con el problema de drogas: amistades, lugares que el paciente frecuenta, vida pobre en actividades de gratificación personal como deportes o “hobbies”.

 

6- El tiempo juega a favor de la desintoxicación a la cocaína.

 Al principio del periodo de desintoxicación a la cocaína los pacientes pueden padecer niveles variables de depresión, insomnio, anorexia, fatiga, irritabilidad o agitación. El sueño suele estar también alterado, en especial aquellas de descanso profundo (fase REM). El ansia de consumo suele estar ligado a situaciones (estímulos) que anteriormente se asociaban al consumo de cocaína. Estas situaciones pueden oscilar entre las de índole más simple como la melodía de una canción hasta las más complejas como situaciones de estrés laboral.

A medida que transcurre el tiempo sin existir consumo de cocaína la conducta adictiva va “extinguiéndose”. Es decir, la persona tiene, cada vez, menores deseos de consumir cocaína, si bien pueden existir ciertos “picos” (por ejemplo, viernes noche) durante los cuales se disparan los deseos de consumo de cocaína.

 

 

Síntomas que pueden ocurrir durante la desintoxicación de la cocaína SIN tratamiento.

 • Irritabilidad
• Depresión
• Insomnio
• Anorexia
• Fatiga
• Agitación
• Desórdenes psiquiátricos
• Ansia de consumo

 

Efectos que produce

Efectos que produce

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La cocaína estimula el sistema nervioso central, actuando directamente sobre el cerebro efectos fisiológicos inmediatos son: sudoración, aumento en la potencia muscular, midriasis, incremento de actividad cardíaca y presión sanguínea, dilatación de los vasos sanguíneos periféricos, convulsiones, aumento en el ritmo respiratorio y de la temperatura corporal. Estos síntomas pueden provocar la muerte por paro cardíaco o fallas respiratorias. Además se presentan irritaciones y úlceras en la mucosa nasal. Comúnmente causa congestión nasal, que puede presentarse o no con secreción liquida. El uso por vía inyectable expone al adicto a infecciones de SIDA, hepatitis B y C, y otras enfermedades infectocontagiosas. La infección con el HIV puede producirse por la transmisión directa de virus al compartir agujas y otros dispositivos contaminados. Además, puede producirse indirectamente por transmisión prenatal a un niño cuya madre está infectada con el HIV.

La cocaína es una droga extremadamente adictiva, cuyos efectos se perciben en un lapso de 10 segundos y duran alrededor de 20 minutos. Actúa directamente sobre los centros cerebrales encargados de las sensaciones del placer. Dada su alta capacidad de producir daños y hasta destrucción celular, las sensaciones que eran placenteras en sujetos recién iniciados se convierten en efectos desagradables como agitación, llanto, irritabilidad, alucinaciones visuales auditivas y táctiles, delirio paranoide, amnesia, confusión, fobias o terror desmedido, ansiedad, estupor, depresión grave y tendencias suicidas. Los efectos psíquicos reconocidos por la mayoría de los autores y recogidos en publicaciones recientes incluyen euforia, inestabilidad, aumento de la comunicación verbal y de la seguridad en uno mismo, inquietud, anorexia, insomnio e hipomanía. El adicto experimenta pérdida de interés e imposibilidad de sentir placer ante la falta de la sustancia. Así, la cocaína se convierte en el único objetivo y motivo en la vida del adicto, desplazando todo tipo de sentimientos.

La cocaína es consumida por muy variados tipos de sujetos y motivos. Existe un patrón de consumo recreativo, al estilo del alcohol, presentando una ingesta controlada de la sustancia: es el caso de quienes ingieren la droga ocasionalmente cuando se les ofrece. Se diferencian radicalmente de adictos habituales, quienes desarrollan tolerancia y necesitan de mayores dosis para alcanzar iguales resultados. A esta situación puede llegarse por causas diversas pero siempre relacionadas con factores sociales y ambientales determinantes. La adicción a la cocaína posee condicionantes que la desencadenan, que pueden ser el reforzamiento de una personalidad insegura, que recibe un apoyo en el estímulo del tóxico. En lugar de tratar este déficit patológico con antidepresivos o fármacos estabilizadores del estado de ánimo se recurre a una vía aparentemente rápida. Dado que los efectos de la cocaína sobrepasan su punto álgido a los treinta minutos, el individuo precisa varias dosis durante el día para alcanzar cierta estabilidad emocional y evitar el efecto disfórico que la propia droga ocasiona luego de varias horas desde la ingesta.

Un nuevo estudio acaba de revelar que la cocaína causa una constricción progresiva de los vasos sanguíneos en el cerebro, algo que con el tiempo puede resultar extremadamente peligroso.

 

 

Extracción

Extracción

Las hojas de coca se someten a ciertas operaciones con el objeto de obtener la cocaína en bruto; las hojas pulverizadas se humedecen con solución de carbonato sódico y se tratan con aceite mineral (petróleo). Las bases que se han disuelto de éste se separan del mismo con agua que contenga ácido sulfúrico, y la solución sulfúrica se precipita después con carbonato sódico. 
La cocaína en bruto obtenida de éste modo, que además de cocaína contiene la mayor parte de las bases restantes, se aprovecha en Europa sobre todo en Alemania para obtener cocaína pura y las sales de este alcaloide, particularmente el clorhidrato.
La cocaína libre se obtiene pura del clorhidrato en solución acuosa descomponiéndolo mediante el amoníaco, lejía de sosa o el carbonato sódico.

 

 

 

Historia

En 1750 los primeros arbustos de coca llegaron desde sudamérica a Europa. En 1898 se logró la explicación de la constitución y en 1902 su síntesis, gracias a Richard Willstatter. Pero en 1879 comenzó a utilizarse como un anestésico en Alemania usándose como una sustancia similar a la morfina.
Aproximadamente al mismo tiempo, Sigmund Freud escribió sobre sus efectos en su obra "Über Coca"

“El efecto psicológico de la Cocainum mur en dosis de 0,05 a 0,10 gramos consiste en la excitación y la euforia retenida, la que no se diferencia mucho de la euforia de las personas sanas. Falta totalmente el sentimiento de alteración que acompaña a la excitación por alcohol, también falta el efecto característico inmediato del alcohol de ansiedad. Se tiene la sensación de incremento del autocontrol, se siente gran vigor y de capacidad de trabajo. Pero si se trabaja se extraña la excelente y elegante excitación e incremento de las fuerzas intelectuales por alcohol, té o café. Se es simplemente normal y se tiene pronto el esfuerzo de creer que se está bajo el efecto de algo.”